FRUTOS DE JUVENTUD
¡Frutas de intensos aromas
y delicados sabores,
que duran sólo una hora
como el olor de las flores!
Los higos avinagrados,
manzanas con gusanito,
peras con manchas marrones,
albaricoques podridos.
Plátanos amarronados
y los limones mohosos,
los melones están blandos,
los melocotones pochos.
Las uvas ya con mosquitos,
los membrillos tienen macas,
los paraguayos marchitos
y las ciruelas son pasas.
Pieles secas y arrugadas
que han perdido sus colores,
saben mal y están ya blandas,
son ya peste sus olores.
¡JUVENTUD, como los frutos,
fugaz y perecedera,
que sólo dura un minuto
de esplendor y de belleza!
¡Es exquisito bocado
de efímero porvenir,
cuando el goce ha comenzado,
ya se ha empezado a pudrir!
Si gozas de juventud
estás lozana y alegre,
tienes confianza y salud,
crees que durarán siempre.
Cuando menos te lo esperas,
un día, por la mañana,
te verás envejecida
como la fruta pasada.
Te irán pasando las cosas
que tus mayores tenían
e irás dando los consejos
que tu nunca te creías.
La juventud, mientras dura,
no sabemos valorarla;
luego, cuando ya ha pasado,
queremos recuperarla.
Come en su tiempo las frutas
que estén frescas y jugosas …
¡que luego te sobra tiempo
para pasas y compotas!
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© Manuel de Churruca y García de Fuentes