POESIA OLVIDADA
Yo ideé la poesía
más bonita de la tierra,
musical y pegadiza,
inteligente y sincera,
palabras que con gran suerte
fueron bien encadenadas,
más luego vino la Muerte
y la obra me fue robada.
Porque sin nacer siquiera
se murió la poesía
al tiempo que su poeta …
¡Qué corta fue su agonía!
Nunca oídos la escucharon,
nunca labios la dijeron,
nunca sus bellos vocablos
a mortales conmovieron.
La secuencia descubierta
de cadenciosas palabras
nos abrían una puerta
que siempre estuvo cerrada.
Despertaban sentimientos,
alborotaban ideas,
nos subían a los cielos,
nos bajaban a la tierra.
Nos hacían más divinos,
nos hacían más humanos,
nos descubrían caminos
que nunca se caminaron.
Nuevos conjuros, hechizos
que fueron secretos siempre,
en nosotros convertidos
y nosotros en simiente.
Palabras nosotros somos
y palabras inventamos,
nos crean luego a nosotros
las palabras que creamos.
Pensar en cosas que nunca
se nos ocurrió pensar,
como andar sendas ocultas
que nadie ha podido hollar.
La Muerte llegó ladina
y me robó las palabras …
Me pregunto si algún día
alguien podrá imaginarlas,
y gozará de la gracia
de volver a recitarlas,
redescubriendo la magia
que un día quedó enterrada.
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© Manuel de Churruca y García de Fuentes