UNA VIDA SABE A POCO

 

Toda la vida a tu lado

y el tiempo parece poco.

Sigo estando enamorado

como si estuviera loco.

 

Desgraciado al alejarme

y feliz cuando me acerco,

apurando cada instante,

bebiendo cada momento.

 

¡Sabe a tan poco una vida!

Nunca se para el reloj,

confundes meta y salida

y el tiempo pasa veloz.

 

La felicidad no es plena

al pensar que disfrutamos

con la irremediable pena

que el tiempo se está acabando.

 

Cuando un día tú planeas

que viajemos a un lugar,

el día corto se queda

y lo quiero desdoblar,

 

para vivirlo otra vez

y de otra forma gozar,

y triplicarlo después

y volverlo a disfrutar.

 

Y luego hacer otro viaje

y volverlo a revivir,

sin que el tiempo se nos gaste,

sin alejarme de ti.

 

El tiempo que tú te ausentas

son momentos que he perdido,

porque sólo me aprovecha

el tiempo que estoy contigo.

 

¡Es poca toda la vida

para vivir nuestro amor!

Como una vela encendida

con toda la luz del sol.

 

El tiempo se hace pequeño

para vivirlo a tu lado.

¡Quién pudiera comprar tiempo

y poder juntos gastarlo!

 

La primavera daría

por un minuto contigo,

por un soplo de alegría

y de tiempo compartido.

 

Un gato quisiera ser

por tener sus siete vidas

y así poderte tener

por siete vidas seguidas.

 

Cuando en un momento pienses

ya ha pasado ese momento,

y en el momento siguiente

el que pasa es ya recuerdo.

 

Cuando comienza a llover

y la lluvia cae al suelo …

¿Quién la puede detener?

¿Quién puede parar al viento?

 

¿Quién detiene las mareas,

los veloces pensamientos,

el rotar de los planetas

y el movimiento del tiempo?

 

El tiempo es como un gran río

que nadie puede parar,

toda presa en su camino

la acaba por derribar.

 

La velocidad del río

su perfil la determina,

las llanuras son de hastío,

los rápidos son de alegría.

 

Cuando somos desgraciados

el tiempo fluye con calma

y en cambio cuando gozamos

nos parecen aguas bravas.

 

En el libro de la vida

el tiempo sin pausa lee,

y las palabras leídas

cuando las narra, suceden.

 

Son el futuro esperado

las palabras que ha leído,

cuando al fin las escuchamos

son cosas que han sucedido.

 

Nunca para su relato,

nunca descansa ni duerme,

el libro nunca se cierra,

su voz nunca se detiene.

 

Cuando el tiempo lee el libro

son del futuro proyectos,

después de haberlos leído

son sólo viejos recuerdos.

 

Cada segundo se muere

justo después de nacer

y otro segundo aparece

para morirse después.

 

Como si fuera la arena

que he recogido del suelo,

cuanto más mi mano aprieta

más se escapa entre mis dedos.

 

¿Qué diferencia el presente

del pasado y del futuro,

si a todo hombre le parece

que la vida es un segundo?

 

Porque el tiempo sólo existe

cuando hay alguien que lo cuenta,

que dice que lo perdiste

o que en verdad te aprovecha.

 

Las personas sin reloj,

que no calibran el tiempo,

viven sin preocupación,

disfrutan cada momento.

 

Evitemos hacer planes,

no nos preocupe el futuro,

aprovechar cada instante

que es lo único seguro.

 

Yo le doy gracias a Dios,

que es todo sabiduría,

que es el Tiempo y es Amor,

porque ha unido nuestras vidas

 

en este tiempo y edad

entre todo el infinito,

en este mismo lugar

que nos tenía elegido

 

entre varios continentes,

entre mundos y planetas,

entre posibles presentes,

entre universos y estrellas.

 

El tiempo lo toca todo

y lo convierte en pasado …

¡Y es que una vida es tan poco

para vivirla a tu lado!

 

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© Manuel de Churruca y García de Fuentes