EL HIPNOTIZADOR
Hubo un hipnotizador
con prodigiosa mirada,
que sólo en una sesión
a cualquiera hipnotizaba.
Mas el mago utilizó
sus prodigiosos poderes
para requerir de amor
a un centenar de mujeres.
A sus brazos se entregaban
al suponer falsamente
que estaban enamoradas,
por el poder de su mente.
Pero todo bien o mal
en esta vida se paga,
y el cazador al final
tropieza en su propia trampa.
Lo mismo le pasó a él
y un buen día se encontró
con una bella mujer
que le robó el corazón.
Sus ojos eran tan bellos
y tan claros, y tan grandes,
que le sirvieron de espejo
para él mismo hipnotizarse.
Por ello el encantador
tuvo su lección al fin:
toda su vida quedó
enamorado de sí.
-----oooOooo-----
© Manuel de Churruca y García de Fuentes