LAS CAMPANAS
Mi mujer siempre confiesa
que resuenan un montón
campanas en su cabeza
cuando hacemos el amor.
A mí me gusta también
que las campanas redoblen,
y por eso, por placer,
le propongo cada noche:
- “Si quieres que las campanas
toquen juntas a rebato
tendrás que mostrar tus ganas
tocando fuerte el badajo.
Si hacer el amor tú quieres
me das solamente un toque;
más si nada te apetece …
¡me das trescientos redobles!”
-----oooOooo-----
© Manuel de Churruca y García de Fuentes