LAS PALABRAS DE JESÚS
Jesús escribió palabras
con su dedo, sobre el suelo,
que luego fueron borradas
por las pisadas y el viento.
¡Quién pudiera conocer
aquel mensaje escondido,
que nadie pudo leer
y por siempre se ha perdido!
Jesús pronunció palabras
en sus sermones y rezos,
y el viento se las llevaba
por el aire, hasta muy lejos.
Se perdían entre ruidos
del campo por la mañana,
entre cantos y silbidos
del valle y de la montaña.
Jesús escribió palabras
de luz y de amor sincero
con las letras encarnadas
de la sangre de su cuerpo.
Letras de sangre borradas
por la lluvia y por el tiempo,
sobre las piedras manchadas
de su gran padecimiento.
Las palabras de aire o tierra,
o las palabras de sangre
se borran, quedan secretas
y perdemos su mensaje.
Jesús esculpió palabras
en corazones de piedra,
y a fuego fueron grabadas
sobre las almas sinceras.
Estas palabras que están
sobre almas y corazones,
nunca se podrán borrar,
como el color de las flores.
Como rosas y claveles
que vuelven a florecer,
es el Mensaje que crece
entre los hombres de bien.
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© Manuel de Churruca y García de Fuentes