LOS POETAS
Humilde y muda labor
la del poeta que está
solitario en su rincón
observando a los demás.
Pasa corriendo la gente,
lo miran y no lo ven,
pues como si fuera un mueble
ya ni se fijan en él.
Sin embargo el trovador
va anotando sus ideas,
escribiendo su canción
cobra vida lo que piensa.
Es por tanto un creador
que crea lo que se inventa,
usando su corazón,
sus manos y su cabeza.
El joyero necesita
brillantes, piedras preciosas,
fino oro y plata bruñida
para fabricar sus joyas.
El arquitecto precisa
columnas y piedras grandes,
y con ellas se edifican
palacios monumentales.
Los pintores también usan
lienzos, telas y pinceles,
sus pigmentos de pintura,
paletas y caballetes.
En cambio nuestros poetas
joyas pueden componer
con tan pobres herramientas …
¡como el lápiz y el papel!
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© Manuel de Churruca y García de Fuentes