AMOR DEL ALMA
Te decía
cada día
cuando nuestro amor nacía
que eras dueña de mi vida,
que sin ti no viviría,
que sin tu amor … ¡moriría!
Hoy te digo otras palabras:
¡que eres la reina de mi alma!
Si mi vida se acabara
seguirías siendo amada
y adorada locamente
hasta después de la muerte.
Porque el alma vive siempre
yo te amaré eternamente.
Cuando el corazón se para,
la vida se terminó …
Pero al ser eterna el alma …
¡también lo será mi amor!
¡Amor de mi vida,
amor de mi alma!
-----oooOooo-----
© Manuel de Churruca y García de Fuentes