AMOR EN TI ENCARNADO
Ya no puedo vivir de tanto amarte,
se me olvida hasta el hecho de estar vivo,
ya ni como, ni bebo, ni respiro,
puedo incluso morir por no acordarme.
No transcurre siquiera ni un instante
que tenga para mí un propio destino,
estoy fuera de mí y estoy vacío,
no soy dueño de mí por entregarme.
He intentado varias veces liberarme,
mas, para mi desgracia, no he podido.
Siempre vuelvo, como un ave a su nido,
a tu cuerpo y a tu alma a refugiarme.
Ya no pienso siquiera en conquistarte
y prefiero por ti ser poseído.
No sé ser, mi amor, sin ser contigo,
de uno mismo no hay forma de escaparse.
Mi amor se pega a ti para encarnarse,
me siento más de ti que de mí mismo,
se desangra mi cuerpo en tu cariño
y se modela mi ser entre tu carne.
Volvería, tal vez, a reencarnarme
en el cuerpo de esta mano con que escribo.
Para ello debo unirme al cuerpo mío,
para vivir, mi amor, … ¡he de dejarte!
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© Manuel de Churruca y García de Fuentes