DESPEDIDA
(A mi hija Victoria, 13 años,
estudiante en Inglaterra)
Aunque ha pasado ya un tiempo
rememoro todavía
aquel viaje al aeropuerto
en que yo te despedía.
Tus dos manos se escondieron
refugiándose en las mías,
que, amorosas, las cogieron
y noté … que estaban frías.
Yo combatía el silencio
con guasas y tonterías,
para intentar darte aliento
y arrancarte una sonrisa.
Cuando anunciaron tu vuelo
vi que tus ojos ardían
y me miraron inquietos
con el temor de una niña.
Yo aguantaba con esfuerzo
y mi emoción reprimía,
y te daba algún consejo
por reforzar tu autoestima.
Y susurrando muy quedo
te dije … que te quería,
que eras princesa de un cuento
preciosa, audaz y atrevida,
que yo sentía por dentro
un gran orgullo por mi hija,
que mostrabas con tu empeño
todo lo que tú valías.
Pero lo que más recuerdo
es que en tu pelo me hundía,
en tu revuelto cabello,
para buscar tu mejilla,
para darte yo aquel beso
que tan dulce me sabía …
¡tan cariñoso y tan tierno
como cruel la despedida!
-----oooOooo-----
© Manuel de Churruca y García de Fuentes