EL HOMBRE POETA
(Dedicada a mi amigo
Andrés Valdés,
escéptico de la poesía).
Quizás no pude escribir
mis poemas ni mis versos
desde mi infancia feliz,
desde que yo fui pequeño,
por el miedo de escuchar
que me llamaran “poeta”,
por el terror de expresar
mis sentimientos e ideas.
Es preciso ver pasar
gran parte de nuestra vida
para saber aguantar
disimuladas sonrisas,
chanzas y bromas festivas
o las curiosas miradas
con que la gente castiga
a quien poeta lo llaman.
Se supone que serán
entecos o gente rara,
con gran “sensibilidad”
o con tendencias extrañas …
blandos, dulces o afectados
que escriben de cursiladas,
lo contrario al buen machote
que no puede sentir nada.
Hay conocidos ejemplos
que muestra nuestro parnaso,
pues son frecuentes los versos
de poetas afeminados.
Cantan a la primavera,
con mariposas y flores,
a pastoras y princesas
con desdichados amores.
Pocos son temas actuales
sobre problemas candentes,
o temas interesantes
o ideas inteligentes.
Sólo crear bellas formas
con unas frases que riman,
como cajitas preciosas
que por dentro están vacías.
Yo reivindico escribir
con sentimiento poemas …
¡pero con voz varonil
plasmada en palabras bellas!
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© Manuel de Churruca y García de Fuentes