EL JARDÍN DE CRISTAL
Amor que cruzas la puerta
que hasta ahora estuvo cerrada
pisando la tierra nueva
de mi tierna y frágil alma.
Nadie hasta hoy nunca ha entrado,
nadie ha cogido sus flores,
nadie gustó sus fragancias
ni respiró sus olores.
Allí todo es quebradizo
como flores de cristal,
como gotas de rocío,
como un castillo de sal.
Todo estalla en puro brillo
como una luz transparente
sobre cristales pulidos
y sobre espejos ardientes.
Quien penetra en esa estancia
hunde sus pies en el suelo,
en la virginal sustancia
que forma mis sentimientos.
Surtidores en las fuentes
de aguas límpidas y claras
como lágrimas dolientes,
trasparentes y saladas.
Se destilan los suspiros
de amores y desamores,
como un humo cristalino
de inmaculados candores.
Un jardín secreto, oculto,
etéreo, irreal, divino,
de agua fresca y aire puro,
sutil, leve y cristalino,
Así es el jardín de mi alma
reservado para ti,
cruza su puerta cerrada
y entonces … ¡seré feliz!
-----oooOooo-----
© Manuel de Churruca y García de Fuentes