LA BARCA VARADA
Si paseas por mi playa
es fácil que te sorprenda
la vieja barca varada
que destrozó una tormenta.
Está en la arena clavada,
los niños juegan con ella
a ser temibles piratas
que por los mares navegan.
Por debajo de sus tablas
su esqueleto se revela,
con sus costillas curvadas
como una muerta ballena.
Paseando en las mañanas
nuestro camino a ella llega
y nos sirve como marca
para allí darnos la vuelta.
Aunque están medio borradas
se observa que hubo unas letras
que su nombre proclamaban …
mas ya nadie lo recuerda.
La va destruyendo el agua
de las lluvias y mareas,
poco a poco el tiempo pasa
y se pudre la madera.
Ella cruzó mares calmas
o con olas gigantescas,
navegó en las madrugadas
y en noches de luna llena.
Hoy se encuentra encadenada,
de su peso prisionera,
la que en el agua flotaba
hoy se sepulta en la tierra.
……………………………
A mí me recuerda a mi alma
sin rumbo al no tener vela,
por las olas destrozada
e inmóvil ya … como muerta.
Mas, quien destrozó mi barca,
que siempre fue marinera
y en otros tiempos fue brava,
fue el amor que te tuviera,
nuestra historia infortunada
de celos y de promesas,
de traicionadas palabras
y confundidas ideas.
Mi barca desarbolada
es ejemplo, compañera,
de la suerte desgraciada
que un desamor, al fin, deja …
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© Manuel de Churruca y García de Fuentes