LA MUJER MOSCA
Un hombre tosco paseaba
calle arriba, calle abajo,
con su mujer enganchada
colgando siempre del brazo,
tirando de ella con fuerza
como si fuera un canasto,
exhibiendo su “belleza”
y luciendo sus encantos.
Su rostro era extraño y feo,
su nariz llena de granos,
su barba con muchos pelos,
sus ojos desorbitados.
Todos los que se cruzaban
se volvían para verla,
se reían en su cara,
le hacían burlas y muecas.
Mas el hombre la miraba
ardiendo en puro deseo,
con mirada amartelada,
con los ojos de cordero.
Él sólo ve en su mujer
un tesoro codiciado,
lo que más le gusta a él …
ciego por enamorado.
Como repugnante mosca
que sólo produce asco …
¡mas la araña la valora
cual exquisito bocado!
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© Manuel de Churruca y García de Fuentes