LO QUE ME DUELEN TUS BESOS
Alguien dijo que no duele
una mortal puñalada.
Suave penetra en el vientre
el metal de la navaja.
Brota la sangre caliente
bajo la ropa empapada.
El cuerpo se queda inerte
pero tú no sientes nada.
Quizás sólo que a tu suerte
se le ha acabado la racha.
Y una mano fría y fuerte
que sin quererlo te arrastra.
¡Se apaga así para siempre
el brillo de tu mirada!
………………………….
En cambio el roce más leve
que da tu boca encarnada
todo mi cuerpo estremece
con una fuerza inhumana.
Por eso yo, simplemente,
digo que tus besos matan,
que tus labios me parecen
dos navajas afiladas,
con acero de buen temple
y puntas envenenadas,
que hacen nublarse mi mente
y que se clavan en mi alma …
¡Que duelen más que la muerte
desgarrando mis entrañas!
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© Manuel de Churruca y García de Fuentes