LOS DOS ZORROS
Entrando en un gallinero
un viejo zorro encontró
a otro zorro muy hambriento
que acechaba en un rincón.
- “Buen día - dijo el primero
con guasona entonación -
Que su visita, yo espero,
tendrá una buena intención,
que vendrá usted de paseo
o a buscar conversación.”
El segundo, descubierto,
de esta forma respondió:
- “A fuerza de ser sincero
le diré … que me animó
hacer lo mismo aquí dentro
que a lo que usted se coló.
Además, llegué primero
por ser más madrugador
y ha de esperar con sosiego
a que antes … ¡termine yo!”
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© Manuel de Churruca y García de Fuentes