MI MUSA
Pregunté a los cuatro vientos
una pregunta con trampa:
qué mujer es la que quiero,
que su nombre adivinaran.
Reunidos en un consejo
los cuatro vientos callaban
sin descubrir el secreto
nombre de mi bien amada.
Después de desesperarse,
pues su nombre no encontraban,
resoplaron para hablarme
y de esta manera hablaban:
- “Si sabes lo que preguntas …
¿por qué preguntas por nada?
Una cuestión tan confusa
nadie puede contestarla.
Ella en verdad … es tu musa,
la que inspira tus palabras
y en silencio te susurra
lo que tus labios se callan.
Ella es visión y quimera,
ella es tu mujer soñada,
la que tú amas cuando sueñas
y muere cada mañana.
Tú no conoces su nombre,
por el tuyo ella te llama.
En verdad nadie conoce
ni su nombre ni su cara.
Ella es vida y es un sueño,
es real y es un fantasma,
más material que tu cuerpo …
¡más etérea que tu alma!"
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© Manuel de Churruca y García de Fuentes