MUERTE Y VIDA
… y así vi que me moría
poco a poco,
día a día,
sorbo a sorbo …
Bebiéndome el vaso amargo
de la vida,
muy lentamente quemando
la cerilla
que tan solo un par de pasos
me ilumina …
Y después de consumida,
de morirme
sólo un poco cada día,
viejo y triste,
llega el dulce momento de la huída,
de morirse
dejando atrás tan solo … las cenizas.
Como un viento huracanado
que me arrastra en el camino,
soplo a soplo, sin descanso,
hacia el tenebroso abismo.
Pero nadie a ese momento
en que encuentre la salida
llame muerte ni deceso
porque es el único día
en el que ya no me muero …
cada instante es otra vida,
pues renazco a un mundo nuevo
de esperanza y alegría.
Si no dura eternamente
esta vida ya no es vida,
es morirse diariamente
un poquito cada día.
Un solo día
parece siempre.
Toda la vida
sólo hoy parece.
¡La vida es muerte,
muerte es la vida!
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© Manuel de Churruca y García de Fuentes