AL OÍDO
Déjame penetrar por este oído,
camino de mi bien el más derecho,
y en el rincón más hondo de tu pecho
deja que labre mi amoroso nido.
Feliz eternamente y escondido,
viviré de ocuparlo, y satisfecho…
¡de tantos mundos como Dios ha hecho,
este espacio no más a Dios le pido!
Ya no codicio fama dilatada,
ni el aplauso que sigue a la victoria,
ni la gloria de tantos codiciada …
Quiero cifrar mi fama en tu memoria,
quiero encontrar mi aplauso en tu mirada
y en tus brazos de amor toda mi gloria.
-----oooOooo-----