EL CRISTO MACILENTO

 

Era un Cristo macilento

que asomaba su cabeza amarillenta

entre dos cortinas negras.

 

Tranquilidad de muerte,

silencio de tumba.

 

¡Qué feliz se debe estar

en una tumba como aquella!

 

         -----oooOooo-----

 

 

Nota: Esta poesía posiblemente no esté completa. En mi familia sólo recuerdan este fragmento. La he buscado en internet, pero no he encontrado ninguna versión de la misma.