"POR QUÉ DIOS
ESTÁ EN EL CIELO"
El niño se preguntaba
en los brazos de su abuelo,
acariciando su barba,
"por qué Dios está en el cielo".
Y por qué no puede estar
en el aire o en el fuego,
en los ríos o en el mar,
en la tierra o en el suelo.
El abuelo sonreía
por la ocurrencia infantil,
y, usando su fantasía,
contestó a su pequeñín:
- "Cuando un hombre mira a lo alto
descubre un Ser superior,
la belleza y el encanto
son los rastros de su amor.
Las nubes blancas pasando
forman miles de figuras,
y sus formas van cambiando
para que tú las descubras.
Unas son como rayitas
en una pizarra azul,
otras son como ovejitas
que están vestidas de luz.
Y cuando el cielo está raso
no existe un azul tan puro,
no te cansas de mirarlo
como un mar claro y profundo.
Cuando se nos muere el día
Dios sigue haciendo regalos,
pues la noche la ilumina
la blanca luz de los astros.
Entonces y de la nada
ves estrellas y luceros,
que, cuando la noche avanza,
más relucen en el cielo.
Son millones las estrellas,
nunca las podrás contar,
como los granos de arena,
como las gotas del mar.
De nuevo, cuando amanece
y la luz vence a la noche,
las sombras desaparecen
explotando en mil colores.
El sol estrena su brillo,
como una joya fundida,
luego tiñe de amarillo
el frescor del nuevo día.
Luego un nuevo atardecer
se viste de fuego y grana,
cuando otra vez se nos muere
para renacer mañana.
¿Qué otro lugar más bonito,
más misterioso y diverso,
más enorme e infinito
que en esa casa del cielo?
Allí arriba vive Dios,
desde allí nos cuida a todos,
asomado tras el sol
o los astros luminosos.
Quiere que le recordemos
cuando alcemos la cabeza
y hacia lo alto miremos
para admirar su belleza.
Siempre que mires al cielo
y veas la obra de Dios
tendrás amor y consuelo …
¡te nacerá una oración!".
………………………………
Quienquiera tú que me escuches
alza ahora tu mirada
y en el cielo que te cubre
descubrirás la morada
del Señor de la belleza,
que la creó por amor,
para que a través de ella …
¡puedas conocer a Dios!
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© Manuel de Churruca y García de Fuentes